Emprender con Propósito y Diversidad.
- Mara Polanco
- Jun 9
- 3 min read
Updated: Jun 17
El empresarismo como oportunidad de desarrollo para personas con diversidad funcional.

En un mundo laboral donde las oportunidades tradicionales muchas veces excluyen a personas con diversidad funcional, el empresarismo se posiciona como una vía poderosa para la inclusión económica y la realización personal. Así lo confirma el nuevo informe del National Disability Institute (NDI) titulado Small Business Ownership by People with Disabilities: Challenges and Opportunities, que arroja luz sobre los retos y posibilidades del autoempleo entre esta población.
Según el informe, un 62.5 % de las personas con diversidad funcional en Estados Unidos se encuentran fuera de la fuerza laboral. Esta cifra refleja barreras persistentes que van desde la falta de adaptaciones razonables en los espacios de trabajo hasta la discriminación directa. Frente a esta realidad, muchos optan por el camino del autoempleo como una alternativa que les permite tener mayor control sobre su entorno laboral, sus horarios y su calidad de vida.
De hecho, se ha observado que en todos los grupos en edad productiva, las personas con diversidad funcional presentan una tasa de autoempleo más alta que sus contrapartes sin discapacidad. Esto no responde únicamente a una preferencia, sino muchas veces a una necesidad que nace del limitado acceso a empleos formales en condiciones dignas.
A pesar del potencial transformador del empresarismo, los emprendedores con diversidad funcional enfrentan desafíos considerables. Entre ellos se destacan:
Acceso limitado a capital inicial: Muchos encuentran grandes dificultades para conseguir financiamiento, lo que limita sus posibilidades de iniciar o escalar un negocio.
Falta de servicios y programas adaptados: La escasez de apoyos diseñados específicamente para sus necesidades reduce las oportunidades de éxito y sostenibilidad de sus iniciativas.
Ausencia de datos específicos: La invisibilidad estadística de los dueños de negocios con discapacidad en encuestas públicas y privadas impide diseñar políticas públicas y programas efectivos.
Entornos laborales previos hostiles: Muchos emprenden luego de haber vivido ambientes laborales discriminatorios o sin posibilidad de crecimiento profesional.
Más de 1.8 millones de personas con diversidad funcional ya lideran sus propios negocios en Estados Unidos. Estas cifras muestran que, cuando se les brinda la oportunidad, las personas con discapacidad pueden crear, liderar y competir en igualdad de condiciones. Además, muchas de estas empresas operan como Disability-Owned Business Enterprises (DOBEs), es decir, negocios con fines de lucro donde al menos el 51 % es propiedad, control y gestión de una persona con discapacidad.
Thomas Foley, director ejecutivo del NDI, destaca que el empresarismo “proporciona mayor control, elección y flexibilidad en cuanto a horarios, entorno de trabajo y progreso económico”. Sin embargo, señala también que es necesario que los esfuerzos gubernamentales, corporativos y filantrópicos evolucionen para apoyar verdaderamente el talento, la ambición y el potencial de esta comunidad.
El informe recomienda eliminar barreras institucionales y desarrollar soluciones creativas que empoderen a los emprendedores con diversidad funcional. Esto incluye:
Mayor financiamiento accesible y específico
Programas de capacitación y mentoría inclusivos
Recolección de datos desagregados por discapacidad
Visibilización de historias de éxito para inspirar a otros
Tal como señala Elizabeth Daly-Torres de JPMorgan Chase, entidad que apoyó esta investigación, “desarrollar soluciones creativas para que estos empresarios puedan crecer y prosperar es una forma concreta de impulsar un cambio sostenible”.
En Puerto Rico, también se han desarrollado iniciativas que buscan fomentar el autoempleo y la independencia económica entre las personas con diversidad funcional.
Un ejemplo destacado es el Simposio de Emprendedores con Diversidad Funcional, organizado por la entidad Mamá Fajona, que celebra este año su cuarta edición. El evento se llevará a cabo el sábado, 28 de junio de 2025, en el Centro de Convenciones José Miguel Class en el pueblo de Manatí. Allí, emprendedores compartirán sus experiencias gestando sus proyectos de negocio, y se ofrecerán consejos, estrategias e información valiosa para apoyar a más personas de esta comunidad en su camino empresarial.
El empresarismo ofrece una vía legítima y poderosa para que las personas con diversidad funcional se integren plenamente en la economía, en sus propios términos. Para que esto sea posible, se requiere un compromiso decidido por parte de todos los sectores —público, privado y comunitario— para construir un ecosistema empresarial más accesible, inclusivo y justo.
El talento y la resiliencia ya están presentes. Lo que hace falta es abrir las puertas y ofrecer las herramientas necesarias para que más personas con diversidad funcional puedan transformar sus ideas en oportunidades y sus negocios en agentes de cambio.
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